martes, 29 de marzo de 2016

The Clod and the Pebble

“The Clod and the Pebble” is a poem written by William Blake that talks about two different materials that represent two types of love. The Clod that is formed by clay represents the love to the others and the Pebble, a small stone, the selfish part of love.
The Pebble in the poem tries to transmit that he does not care about the others, he enjoys making impossible the life to the others, “And builds a Hell in Heaven’s despite”. He makes this for his joy, he does not care what happen to the others, he only cares about himself. The Clod does not care about himself, I understand that it has not sense to take care about himself, “Nor for itself hath any care”. The clod aim is concern on the others.
In the poem there are different types of literary devices, the anaphora “And builds a Heaven in Hell’s despair” and “And builds a Hell in Heaven’s despite”, auditory image “So sung a little Clod of Clay” and visual image “…Pebble of the brook”.
In conclusion I think that this poem explains very well how the two types of love are represented in two different materials, that it is really interesting. If I have to choose between to be a Clod or a Pebble, I would prefer to be a Clod because I think that others are more important than oneself.  If you give more you will receive the double.

El Recuerdo y el Olvido

Según el diccionario de la Real Academia Española el olvido es la  sensación del afecto que se tenía y el recuerdo es la memoria que se hace o aviso que se da de algo pasado o de que ya se habló, para mí el olvido es algo que no se recuerda porque no es importante y los recuerdos no los olvidamos porque son importantes.
Así como hay buenos recuerdos también hay malos, como en mi caso decir alguna tontería enfrente de alguien que querías caerle bien o haberte peleado con un amigo muy cercano, esas cosas quedan en la memoria. Todos nosotros vamos recopilando o guardando buenos y malos recuerdos como también vamos olvidando muchos de ellos, en realidad no es que los olvidamos, sino no serían recuerdos, sino es que están escondidos en algún lugar de nuestro cerebro, como por ejemplo un examen o tarea, solo hay que encontrarlos y tratar de acordarnos que sucedió en ese momento. Todos los recuerdos no los recordamos con exactitud pero si lo más importante que sucedió en ese transcurso de tiempo.
Hay muchos recuerdos en mi mente, pero tengo uno muy especial de hace mucho tiempo,  que lo tuve que refrescar con mi mamá que me lo hizo acordar al detalle, era uno de esos recuerdos de los que están bien escondidos en nuestra memoria. Tenía tres años, era la fiesta de fin de año del jardín y mi maestra era Mariel López. Estábamos esperando para entrar al salón de actos junto con mi familia y de repente la mire a mi mamá y le dije “Mami vos estas embarazada, es una nena y se va a llamar Lucía”. Cuando entre al salón le dije a Mariel que mi mamá estaba embarazada, días después mi mama confirmó la noticia y al cabo de siete meses nació mi hermana menor Lucía.
Nuestra mente está llena de recuerdos, es como un celular con capacidad infinita, donde no se puede parar de almacenarlos. En cambio el olvido son sobre  cosas que no tienen importancia, por eso no queda un registro del hecho en nuestra memoria. Sin embargo las cosas que olvidamos las podemos traer nuevamente a nuestra mente, en cambio los recuerdos no se pueden olvidar como expuse anteriormente. En mi caso las cosas que hago cotidianamente, es decir lo rutinario  lo olvido fácilmente porque no tienen una gran importancia.

En conclusión para mí lo que recordamos y lo que olvidamos sirve para reflexionar y aprender en nuestra propia vida, para podernos manejarnos como individuos dentro de un sociedad, si no estuvieran estos dos factores no existiría ninguna sensación como la amistad, el amor, el odio, etc. Y la vida sería un aburrimiento.